Pocas cosas bajo el cielo son tan instructivas como las lecciones del Silencio, o tan beneficiosas como los frutos del No-Hacer.
Lao Tse
Con el sugerente título La mirada abstracta, Asun Valet presenta en las Salas de Exposiciones de la UNED en Calatayud sus obras más recientes. La intención, como me confesaba mientras descubría sus cuadros en una reciente visita a su estudio, era la de emplazar a aquellos posibles desconocidos visitantes a que se detuvieran ante las composiciones, el tiempo necesario para conseguir que la mirada dejara de advertir lo meramente constatable y se sumergiera en las profundidades de "la idea". Color, silencio y equilibrio. Armonías ordenadas y dispuestas con la sabia intención de sugerir y de comunicarse.
Asun Valet es una artista plástica que se mueve en el complejo mundo de la abstracción, aunque difícilmente sus obras dejan de tener un referente figurativo o geométrico. Es como si creyera que la mancha de color sobre una superficie bidimensional, por muy bien compuesta que resulte, necesita de algo más que la armonía conceptual para atraer la mirada de los, generalmente apresurados, espectadores. Y volvemos a hablar de tiempo. De tiempo y de silencios. Porque Asun, como Lao Tse, opina que el contemplar (No-Hacer) produce innumerables beneficios.
Muchos espectadores se enfrentan a una pintura abstracta con un modelo de análisis apropiado sólo para la pintura figurativa, escribía Simón Marchán en un texto publicado en los años ochenta del pasado siglo. Más de veinte años han pasado desde aquella afirmación pero la frase, desafortunadamente, sigue siendo vigente. Los cuadros de Asun Valet nos muestran la materia de la que están compuestos, sus texturas, el color, elementos de mobiliario estáticos o flotantes y en algunos casos aparecen silueteados personajes. Pero los elementos individuales de la composición, portadores todos ellos de significantes, juntos, forman un todo insinuante que pretende transportarnos más allá de la mera representación.
Conseguir sobrepasar esa barrera, sutil pero implacable, entre lo meramente descrito y lo emotivo se conseguirá logrando esa mirada abstracta a la que la autora nos remite. Segura de que el esfuerzo se verá recompensado, de que merecerá la pena, desde aquí os animo a visitar y a disfrutar de la Exposición.
María Jesús Buil, 2008
Lao Tse
Con el sugerente título La mirada abstracta, Asun Valet presenta en las Salas de Exposiciones de la UNED en Calatayud sus obras más recientes. La intención, como me confesaba mientras descubría sus cuadros en una reciente visita a su estudio, era la de emplazar a aquellos posibles desconocidos visitantes a que se detuvieran ante las composiciones, el tiempo necesario para conseguir que la mirada dejara de advertir lo meramente constatable y se sumergiera en las profundidades de "la idea". Color, silencio y equilibrio. Armonías ordenadas y dispuestas con la sabia intención de sugerir y de comunicarse.
Asun Valet es una artista plástica que se mueve en el complejo mundo de la abstracción, aunque difícilmente sus obras dejan de tener un referente figurativo o geométrico. Es como si creyera que la mancha de color sobre una superficie bidimensional, por muy bien compuesta que resulte, necesita de algo más que la armonía conceptual para atraer la mirada de los, generalmente apresurados, espectadores. Y volvemos a hablar de tiempo. De tiempo y de silencios. Porque Asun, como Lao Tse, opina que el contemplar (No-Hacer) produce innumerables beneficios.
Muchos espectadores se enfrentan a una pintura abstracta con un modelo de análisis apropiado sólo para la pintura figurativa, escribía Simón Marchán en un texto publicado en los años ochenta del pasado siglo. Más de veinte años han pasado desde aquella afirmación pero la frase, desafortunadamente, sigue siendo vigente. Los cuadros de Asun Valet nos muestran la materia de la que están compuestos, sus texturas, el color, elementos de mobiliario estáticos o flotantes y en algunos casos aparecen silueteados personajes. Pero los elementos individuales de la composición, portadores todos ellos de significantes, juntos, forman un todo insinuante que pretende transportarnos más allá de la mera representación.
Conseguir sobrepasar esa barrera, sutil pero implacable, entre lo meramente descrito y lo emotivo se conseguirá logrando esa mirada abstracta a la que la autora nos remite. Segura de que el esfuerzo se verá recompensado, de que merecerá la pena, desde aquí os animo a visitar y a disfrutar de la Exposición.
María Jesús Buil, 2008